Otras manos escribieron
De tu mirada de mil metros.
Acercando las letras
y también los versos
de un universo secreto.
Sus manos recibían tus versos
Que de tus ojos huían
cautelosas de saber el avenir de tu sentir,
comenzaron a escribir.
El cuerpo y el alma se fundiero
nen un encuentro en el camino
en visiones y en secretos,
en ternura y en palabras.
Las miradas se cruzaron,
Los sonidos atendieron
Y los versos engendraron
Las baladas que de ambos fluyeron.
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